.............

En el alero exterior de la nave meridional del templo segoviano de San Miguel de Fuentidueña, se encuentra, quizá, el canecillo más fotografiado y antonomásico del románico erótico español. En él, una pareja realiza el coito en una expresión quese aleja de la temática pecaminosapara mostrarse con un significado casi regocijante.
Ajenos a una maraña de personajes y rostros monstruosos, estos amantes parecen trascender al mensaje de la dualidad hombre-mal donde ciertas actitudes subrayan su debilidad moral, para centrarse en un significado catequético aún más concreto sobre el rito de la fertilidad festiva.
Amparado por el contexto del marco iconoclástico en que se sitúa, destaca el vecino canecillo de una cabeza masculina de torso desnudo y noble apariencia de madurez, el cual se adorna con un casquete de cérvida cornamenta. En el otro extremo, otro busto, el de una ataviada mujer, mira de forma serena y condescendiente.

¿Serán ellos los que se encuentran a medio camino para participar del acto más profano y sagrado a la vez?
******
En la costa suroeste de Inglaterra, en el condado de Dorset, se alza el tesoro románico del templo de San Nicolás de Studland.
Pues bien, bajo el alero del voladizo de este templo de San Nicolás de Studlan, y también en el muro exterior de la nave sur, una pareja de amantes se abrazan en plena cópula ajenos a las grandes boqueadas de su canecillo vecino de rostro bifronte.

Pero de lo que no cabe duda es que, del estudio de ambos canecillos, puede extraerse la convicción de la existencia de una traslación de modelos iconográficos desde costas británicas hasta nuestro románico castellano.
